13 DE FEBRERO DE 1814
El 13 de febrero de
1814 el Comandante de La Guaira, Leandro Palacios, oficia al Libertador
comunicándole que «en obediencia a la orden expresa del Excmo. señor General
Libertador, para que sean decapitados todos los presos españoles y canarios
reclusos en las bóvedas de este Puerto, se ha comenzado la ejecución pasándose
por las armas esta noche a cien de ellos».
Juan Bautista Arismendi
comunica después a Bolívar que se han cumplido sus órdenes, ejecutando unos 800
presos.
Bolívar da la terrible
orden de pasar por las armas a todos los españoles presos en las bóvedas y en
el hospital de La Guaira el 8 de febrero de 1814, en el doloroso cumplimiento
de lo que fue la Guerra a Muerte. La comunicación iba dirigida al Comandante de
esa plaza, José Leandro Palacios, quien le acababa de informar al Libertador
que los presos eran muchos y, estando con poca guarnición la plaza a su mando,
se le hacía crítica la situación. Al Arzobispo Narciso Coll y Prat, que
intercede por los presos, le contesta Bolívar:
«No menos que a V.S.
Illma. me es doloroso este sacrificio. La salud de mi patria que lo exige tan
imperiosamente podría sólo obligarme a esta determinación. Si yo no viera que
en este caso la indulgencia aumentaría el número de las víctimas, y frustraría
los mismos sentimientos de piedad que mueven a V. S. Illma. a interceder, yo me
apresuraría a darle en esta ocasión un testimonio de mi deseo de complacerle.
Mas vea V. S. Illma. la dura necesidad en que nos ponen nuestros crueles
enemigos ... ¿Qué utilidad hemos sacado hasta ahora de conservar a sus
prisioneros y aun de dar la libertad a una gran parte de ellos? Se ha
conseguido que ayer en el Tinaquillo hayan entrado y asesinado veinte y cinco
hombres que le guarnecían, sin perdonar uno solo; que Boves no haya dado todavía
cuartel ni a uno de los prisioneros que nos ha hecho. Asómbrese más, V.S.
Illma, al saber que Boves sacrifica indistintamente hombres y mujeres. No sólo
por vengar a mi patria, sino por contener el torrente de sus destructores,
estoy obligado a la severa medida que V. S. Illma. ha sabido. Uno menos que
exista de tales monstruos es uno menos que ha inmolado e inmolaría centenares
de víctimas ... »
Tomado de:
http://www.efemeridesvenezolanas.com/
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