“Casi estoy sin decir que sin
fábula no hay poesía, no porque constituya su esencia, sino porque
es imposible hablar a la imaginación sin emplear el lenguaje de los
antiguos mitos” decía el insigne José Luis Ramos, epónimo del
Liceo Nacional y de su biblioteca, localizados en el sector Las
Acacias en Maracay, Edo. Aragua, donde el Licenciado Jorge H. Ríos
R, Presidente de la Asociación Nacional de Bibliotecarios,
Archivistas y afines del Edo. Aragua (ANBAA), impartió desde marzo
hasta junio del presente año (2014), la instrucción correspondiente
a los cursos presenciales,los días sábados, de Asistente de
Biblioteca y Técnico de Biblioteca (Área de Procesos Técnicos:
Catalogación y Clasificación), con la asistencia del encargado de
la Biblioteca Manuela Sáenz, del Departamento de Investigaciones
Históricas y Semiológicas del Ejército Bolivariano, César Ramos,
además del personal de otras instituciones a nivel Nacional, tales
como, Universidad Central de Venezuela, Universidad Experimental
Simón Rodriguez, Fe y Alegría y Ministerio del Poder Popular para
la Educación, entre otros.
José
Luis Ramos, nació en la Mariana ciudad de Caracas en 1783 (¿1790?).
Filólogo (Filología: Ciencia
que estudia una cultura tal como se manifiesta en su lengua y en su
literatura, principalmente a través de los textos escritos.),
crítico literario y periodista. Fue compañero de estudios de Simón
Bolívar y los hermanos Montilla, en la escuela de primeras letras
del maestro Simón Rodríguez. Cursó estudios en la Real y
Pontificia Universidad de Caracas, hoy Universidad Central de
Venezuela. Ejerció como Oficial primero de la Gobernación de
Guayana, Edo. Bolívar, (1805-1810). Para junio de 1811, en Caracas,
recibió el nombramiento de oficial en la Secretaría del Congreso y
en 1812 era vicesecretario del mismo cuerpo legislativo, cargo que
desempeñó hasta agosto de aquel año. Desde el 7 de agosto de 1813
hasta junio de 1814, fue oficial primero de la Secretaría de
Hacienda y Relaciones Exteriores. Paralelo a toda esta actividad
administrativa, realizó labores de índole educativa.
Al perderse la Segunda República
(1814), José Luis Ramos se residenció en la isla de Saint Thomas,
donde permaneció hasta el 14 de agosto de 1819, cuando viajó a la
ciudad de Angostura, hoy Ciudad Bolívar, Edo. Bolívar. Allí
ejerció el cargo como Secretario privado del neogranadino Francisco
Antonio Zea; además de Secretario del Consejo de Administración de
la Guerra; Oficial Primero de la Secretaría del Interior y de
Guerra. Un año más tarde, fue redactor del Correo del Orinoco hasta
1821; Secretario de la Vicepresidencia de Venezuela (1820-1822). En
noviembre de 1821, realizó funciones como redactor de la Gaceta de
Caracas y luego del Iris de Venezuela, hasta finales de 1822. Desde
ese año hasta 1825, fue Secretario de la Intendencia de Venezuela.
Dos años después, desempeñó el cargo de Tesorero-Administrador de
la Aduana de Coro y Secretario de la Dirección del Tabaco, desde
agosto de ese año hasta agosto de 1831, cuando el Jefe Superior de
Venezuela lo nombró oficial mayor de la Secretaría de Hacienda y
Relaciones Exteriores. Ramos ejerció como examinador en colegios,
censor de teatro, juez de imprenta y crítico literario; la
historiografía recoge parte de su labor en los pocos documentos
existentes, Juicio del señor J. L. Ramos acerca de dos composiciones
del señor J. H. García, en Revista Literaria, Caracas, 23 de
octubre de 1830; Observaciones sobre la poética de Martínez de la
Rosa, en La Olivia, 1° de enero de 1836; y Disertación acerca del
verso endecasílabo castellano, en Revista Literaria, Caracas, 3 de
julio de 1842 .
El 1º de marzo de 1840, fue
nombrado examinador de los candidatos a las cátedras de Literatura y
de Gramática Castellana de la Universidad Central de Venezuela.
Ejerció el cargo de Oficial Mayor de Hacienda y Relaciones
Exteriores, hasta 1841 cuando renunció. Por sus amplios
conocimientos, dominaba más de diez idiomas, sánscrito, griego,
hebreo, latín, francés, alemán, inglés, italiano, portugués y
algunos dialectos de la India; la historia le atribuye haber sido el
fundador del periodismo literario en Venezuela.
Ramos aconsejó leer con suma
reflexión poetas griegos, romanos y españoles; traducir pasajes o
composiciones en su totalidad y estudiar la mitología, puesto que la
imaginación sin el uso de lenguaje de los antiguos mitos estaba
incompleta. Para él la fábula era una galería de pinturas.
La llama incandescente de su
pluma fue puesta a los pies de Hades, dios de los muertos, en
Maiquetía, Edo. Vargas, el 5 de julio de 1849. Sus restos reposan en
el Panteón Nacional, en Caracas, desde el 16 de agosto de 1889, su
pensamiento se mantiene vivo en cada alumno graduado y cada actividad
cultural realizada desde el Liceo y la Biblioteca que llevan su
nombre. Breves líneas para un condiscípulo de Simón Bolívar.
LIC. SONIA VERENZUELA
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