Cuando
anunciamos un evento de gran importancia, donde queremos asistencia
de público, recurrimos a una Invitación, que según La Real
Academia Española es un impreso o tarjeta con que se invita o se es
invitado; mediante ello anunciamos día, més, año y hora; y así
anuncia el comienzo del evento o celebración, siendo un instrumento
de suma importancia ya que contiene y trasmite mucha información.
Enmarcado en
una acción simple y con un objeto documental tan elemental como una invitación
a los actos cuya intención sería lograr que se acuda a hacer presencia en un acto inaugural,
presentamos otra forma de documentar los hechos a través del contenido de fecha
hora y lugar es decir tiempo y espacio para hacer tomar conciencia, en algo tan medular como lo es la creación y activación
de unidades que dan estructura a la Organización del Ejército.
Los archivos Históricos
“pueden leerse y el rol del relacionista público es ser agente para que con disciplina se puedan fortalecer los vínculos, informando y persuadiendo a la
colectividad para poder lograr consenso, fidelidad y apoyo en determinadas
acciones”. Por supuesto con la mesura y respeto correspondiente, no
podemos subestimar que la vida pública de este país ha de importarnos a todos y
eso se olvida. La ley Orgánica de la Administración Pública nos orienta en cuanto a custodia, valoración, organización y transferencia
de documentos públicos. Prohíbe la destrucción de documentos históricos en su artículo 152 así: “Los Documentos que posean valor histórico
no podrán ser destruidos, aun cuando hayan sido reproducidos o almacenados
mediante cualquier medio. La violación de esta prohibición acarreara las
sanciones que establezca la ley.” Archivos
y vida pública son una manera de conocer la historia e historiar la vida de la institución
Ejército.
César Alejandro Ramos
2017
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