Nacionalidad e Identidad (Anotaciones para campaña de lectura)
Revisando materiales nuevamente
para cumplir con la labor de propiciar la lectura activa de la
realidad con base a libros, seleccioné de la Colección Temas
Nacionales del año 1953, el libro Aviso a los Navegantes (Tradición,
Nacionalidad y Americanidad) del preclaro Mario Briceño-Iragorry,
que en la página 45 del título Léxico para antinacionalistas. Explica acerca de la palabra pitiyanqui lo siguiente: “la palabra
pitiyanqui no la he inventado yo, la acuñó el alto poeta Luis
Llorens Torres... la voz pity ... y con la cual se designa al rosal
de ramas trepadoras más que en las rosas debió pensar en la actitud
trepadora de los compatriotas que se rindieron al Nuevo
Colonialismo.” Más adelante agrega “los poetas saben el secreto
de las palabras... pityanqui resulta algo así como yanquisito,
yancuelo, algo que pretende a ser un yanqui, pero no llega jamás a
serlo”. Y aclara vehementemente:“cuando yo he usado la palabra
como determinativo de quienes irreflexiblemente puedan servir al
imperialismo sin mirar los perjuicios que su conducta ligera acarrea
al país lo he hecho en orden a advertir el riesgo de que nuestra
nación se pueda convertir en pueblo de resignados yanquicitos”.
Muy a pesar de que anteriormente mencionaba la realidad puertoriqueña
asÍ: “...como toda nación oprimida se ha dividido en dos. La
parte que goza y ríe. La parte que medita y sufre...” y en el caso
que nos atañe como ciudadanos del mundo nos convoca así: “... el
hombre venezolano puede y debe trabajar con el extranjero de América
y con el extranjero de Europa, de Asia o de África que venga a
ayudarle en su tarea de crear riqueza y cultura. El mundo pide la
pacÍfica colaboración pacífica de los pueblos...”
Acertadamente indica en este escrito una llamada a la reflexión muy
válida en estos tiempos: “la atribución de Pitiyanqui usada por
mi para calificar una conducta antinacional, no implica, tampoco,
bandera ni de guerra ni de odio contra el Yanqui. Apenas determina
una actitud de defensa de lo nuestro...” Bien afirmado ya en el
último párrafo de este tópico esbozado por Briceño-Irragory
donde dice: “... una cosa es el Imperialismo del Pentágono, de la
Casa Blanca y de Wall Street y otra cosa es Estados Unidos como
pueblo...”
Ya para concluir el historiador
finaliza con los siguientes términos: “... para aquellos, en
cambio que se presenten con intentos de adulterar nuestros credos y
de borrar del libro de nuestra Historia, el acta de Independencia que
firmaron los patricios de 1811, debemos tener, en lugar del vino y de
la sal en mesa de amistad, la ceniza y la sal, que hagan estéril la
intención conquistadora...”.
Una vez más, he hecho mi tarea
de lector de realidades, muy a pesar de las limitaciones que han
impuesto los que desprecian la lectura y el libro. Misión, Arma y
Lugar emplazada para la Defensa Integral.
Pdt.12 veces y sin conexión a la web y con
instrucciones probadas de seguir destruyendo al patrimonio histórico
documental.
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