En aras de estimular la lectura práctica, útil y formativa ponemos a disposición estas conclusiones de un trabajo
realizado por la Lic. María Fabiola Jiménez
Soriano (1996) que está en el acervo de la Comisión Permanente de Historia del
Ministerio de la Defensa y fue resguardado de la dinámica burocrática en la Biblioteca
Manuela Sáenz del Ejército Bolivariano extractos para para propiciar la investigación acerca de los uniformes del Glorioso
Ejército Bolivariano.
José Domingo Choquehuanca (“significa columna o roca de oro” en aymara) con
una delegación de unas cien personas, el 2 de agosto de 1825 en Pucará al Sur
del Perú recibe al Libertador con una arenga de la cual extraemos lo siguiente:
"Quiso Dios de salvajes formar un gran imperio y creó a Manco
Cápac; pecó su raza y lanzó a Pizarro. Después de tres siglos de expiaciones ha
tenido piedad de la América y os ha creado a vos. Sois pues, el hombre de un
designio providencial. Nada de lo hecho hasta ahora se asemeja a lo que habéis
hecho, y para que alguno pueda imitaros será preciso que haya un mundo por
libertar. Habéis fundado tres repúblicas que en el inmenso desarrollo a que
están llamadas, elevan vuestra estatua a donde ninguna ha llegado. Con los
siglos crecerá vuestra gloria como crece la sombra cuando el sol declina".
Al oír esta arenga Bolívar
respondió: “Físicamente diminuto pero su
genio es grande como la cordillera y vivirá con la solidez mayor que las
piedras en la eternidad del tiempo.”
El veredicto de la historia le da
a José Domingo Choquehuanca el título de Orador ilustre muy a pesar de encontrarse este centenar de palabras de la historia de la Literatura peruana amenazadas en el sepulcro
del olvido. Ser bolivariano y no rendir testimonio es como no reconocer que
para vivir necesitamos respirar de la
historia como fuente de identidad.
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