Animando la lectura clásica sobre historia política con la contraportada y fragmentos.
Una
vez mas alentado por la realidad y activo por entender lo que pasa en
mi país me tope con esta obra cuyo titulo es: Fábula del
tiburón y las sardinas de Juan José Arenas, libro publicado por
la editorial Monte Avila Editores en el año de 1980 y el fragmento
de la contraportada habla por si solo:
“Este
libro es ya un clásico de la literatura política del continente. Se
trata de una requisitoria sobre las intervenciones exteriores que
han sufrido los destinos de nuestros países, especialmente por parte
de los Estados Unido de Norteamérica.
Girando
expositivamente alrededor de la parábola narrada en el primer
capitulo, que constituye una burla contundente sobre la ficción
jurídica –tan propia del derecho internacional-- que pretende
colocar en un mismo nivel la ferocidad del tiburón (U.S.A y las
grandes potencias) y la fragilidad de la sardina (América Latina y
los países pequeños) la obra despliega su denunciadora y sus
agresivos análisis.....
Y
en su página 38 para animarle a darle lectura al libro
en cuestión dice:
El
oro de California, otrora tierra mexicana, tuvo la virtud
providencial de trastornar a los Estados Unidos. Oro por toneladas en
la tierra, fiebre de oro en las almas. Rehílo de usura en las manos,
que no saben dónde posarse; temblor de ansia en los ojos, que no
atinan con el preciso horizonte y el justo rumbo. Oro, más oro,
mucho oro: el mundo es el oro, pendientes, brazaletes, sortijas,
relojes, cubiertos, dentaduras de oro, cascabeles, campanitas: el
mundo es amarillo, brillante y tintinea metálicamente. ¿Por qué
las mujeres no serán también de oro? ¿Por qué no la comida?
Pero
aquella riqueza torrencial tiene dificultades: el oro de California
debe ser transportado a su destino manifiesto: Nueva York (el cobre
de Arizona también). La travesía continental es insegura, costosa,
aventurada, porque en esa ruta terrestre están los indios mexicanos
y los
yanquis.
Mejor sería trasladarlo por mar. Pero no hasta Magallanes. Vemos el
mapa: aquí –¿ve usted- en Centroamérica. Cuántos istmos
posibles de fractura para fabricar canales interoceánicos. Unos
cuantos cálculos hechos por el tenedor de libros, sobre el costo de
los transportes en cien años ¡Qué barato un canal y cuán seguro!
El tiburón de oro miraba con ojos de glotonería las pequeñas
sardinas centroamericanas.
al
pacifico que parecen separados de él por bajas
dunas.
Ved este angosto istmo de Panamá, provincia
colombiana,
con este río Chagres culebroso y cenagoso
Mirad
aquí Tehuantepec, una garganta que espera el
Apretón
de nuestras manos. Todo tan pequeño tan
Frágil,
tan sardina … Y nosotros, los áureos, tan poderosos,
Tan
audaces, tan tiburones."
La
idea no les pertenecía. Fue también proyecto de ingleses, de
franceses, de holandeses; lo fue de los españoles desde López de
Gómara. Unos proyectos con intenciones comerciales. Otros, por
motivos románticos: completar el conocimiento científico del mundo,
llevar más allá y más pronto la cruz de judea. "Canalizar"
hacia todos los rumbos la filosofía de la revolución francesa.
Otros, los pragmáticos, hablaban de proporcionar a las gentes
mejores condiciones de vida y de solaz. Pero ahora, con este proyecto
y esta ocurrencia de los de California y de los de Arizona, es decir,
de los de Nueva York, la cosa vuelve al comercio y al negocio. El oro
no casa con el romanticismo ni con la enciclopedia ni con la Biblia.
El oro es negocio en función de mayores poderes en el mundo: el
poder es poder en función de mayores negocios en el mundo… Un
círculo vicioso envuelve a estos virtuosos del oro. Más oro quiere
decir más oro ¿Oro para qué? Para lograr la hegemonía en el mundo
¿ Y la hegemonía para qué? Para capturar cuanto oro se tope en los
caminos.
Paz,
dignidad, Soberanía en libertad con otro libro que vuelve a darnos
lecciones acerca de la historia política de los pueblos.
Caro13
marzo2015
Agradecido por el 402015
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