TEMA NUEVO 2014


web stats

lunes, 22 de junio de 2015

¿Para qué estudiar?



De la Sección de revistas y  boletines militares, del acervo de la Biblioteca Manuelas Sáenz inserto este artículo tomado de la revista de las Fuerzas Armadas pág. 71, numero 260 correspondiente a julio  agosto de 1974; para dar a conocer que a pesar de la fecha los escritos quedan para la historia y  las circunstancias actuales muchas veces se asemejan, por lo que estudiar es ir acorde con la frase de Aristóteles  “Todo hombre, por naturaleza, desea saber”. Además practicar lo sostenido por Miguel de Cervantes donde “La verdad adelgaza y no quiebra, y siempre anda sobre la mentira como el aceite sobre el agua”. Es mejor que andar por allí en labores de criticastro  destruyendo lo construido sin ni siquiera reinventar. Lutero fue más incisivo cuando afirmo…La ignorancia es más peligrosa para un pueblo que las armas del enemigo…”
 
 
 
 
 

¿Para qué estudiar?

Alí Bustamante Moratinos
 
        
   
Desde los más remotos confines de la Historia del Hombre  la Institución Armada es una parte de la sociedad, esa sociedad que ha llegado a hacer lo que hoy configura el contexto del mundo, sus naciones y su vida.
            Sabemos por la información pasada que cuanto es el hombre, no ha sido sino gracias a su inquietud intelectual, la investigación científica, el estudio y comprensión de los medios, la utilización racional de los recursos.
            La evolución ha seguido una proyección geométrica. Los logros de los últimos 50 años multiplican a los alcanzados en los últimos 500 y estos a los que se registran 5.000 años atrás. La cantidad de información que se genera día a día transforma el pensamiento, los conceptos, la utilización del medio físico, cultural y tecnológico.  Ello despierta natural inquietud, necesidad de adecuarse al tiempo. La Institución Armada es parte de esa realidad. Ella fue en los años 30 la organización que recibió el mayor impulso organizativo, vivió su época de oro y dejó en manos del resto de la humanidad estructuras, sistemas y experiencias... Herencia de la guerra.
            Terminado el estado de necesidad, las naciones vivieron una larga lucha para consolidar una paz duradera, basada en el respeto de los derechos humanos, en los acuerdos y tratados socio-económicos, en una apreciación cierta de la necesidad del equilibrio internacional.
Se realiza en nuestros días y en Caracas la III Conferencia del Mar. De ella se prolongarán los nexos y los derechos de todos sobre sus mares patrimoniales. El hombre busca la maximización en el logro de los objetivos comunes...La mayor suma de felicidad, la armonía social y el equilibrio económico. Rara vez la dimensión del globo vive una circunstancia como esta. Mientras esto ocurre ¿qué pasa en la Institución Armada . Se ha preparado para esto? ¿Cómo ha planificado esa preparación? Ha usado sus recursos humanos y sus medios de forma apropiada...? Tiene conciencia genérica de rol que le toca, en un mundo que sin dejar de prepararse para la guerra, lucha duramente para consolidar la paz? ¿Estará preparada para aceptar que su utilización tiende a otras formas de acción en beneficio de la obtención y explotación de recursos económicos?
            Estas y muchas otras preguntas plantea la inquietud, ante el análisis de lo presente. Algunas de fácil y escurridiza respuesta, otras en el verbo de los más mesurados  y prudentes no deja de generar un estado de alerta; en otros no dejará observarse un ligero rechazo que pudiera ser la forma irresponsable de un “dejar hacer...dejar pasar...”
            En el seno de la institución, hace muchos años, surgió una tendencia en los Oficiales, en gran proporción, y Sub-Oficiales en menor cuantía, de seguir cursos superiores de educación en la disciplina universitaria. ¿Sus motivaciones? Muchas. ¿Sus metas? Variadas. Su objetivo inmediato traspasar sus propios estados de conciencia para satisfacer una “Dicotomía Congnoscitiva” (Sic), un desequilibrio entre el saber real y la percepción que se recibe del medio. El fenómeno no dejó de originar polémicas y encontradas opiniones, ideas, prejuicios y de todo ello se observaron como corolario, la mezquindad, el egoísmo en una amalgama de comprensión y expectativa. Se pensó primero que esos profesionales, logrado su objetivo, se irían de baja. Eso no ocurrió en términos generales. Que el comunismo de las masas estudiantiles lo llevarían al medio militar.  Eso tampoco ha ocurrido. Que se dedicarían mucho a sus estudios en detrimento del Servicio. Aquí está el meollo del asunto. Lo primero y lo segundo, el tiempo lo desvirtuó. Esta última inquietud es la relativa y la más peligrosa: depende de muchas variables: unas de la responsabilidad del hombre y de la buena conducción de sus jefes; otras, no dependientes, circunstancias propias de la personalidad y de la relación entre la carrera que se estudie y el trabajo que se desempeña y la última, variable aleatoria, depende de la relación entre el superior, su concepción humana, sus principios, su capacidad de mando y la forma de comportarse el subalterno.
            Todo objetivo se define porque tiene en su esencia alguna barrera y muchas dificultades. Comprender, evaluar justamente y tomar decisiones efectivas y apropiadas en parte del arte de dirigir. Cuando una actividad genérica, como concurrir al aula universitaria origina progreso individual, también lo proyecta al medio porque la suma de las partes concurre al ambiente, y es útil. Apartar un poco la pequeña mezquindad y el mal entendido, no sólo abrirá el paso a una corriente positiva y saludable, sino que convocaría al estudio racional de la problemática y permitiría canalizar, orientar y consolidar doctrinas más ajustadas a la realidad cultural del momento.
            Recordar que lo más importante de la organización es el hombre. Permite visualizar que la mayor suma de bienestar, armonía y ordenamiento de las motivaciones  que lo impulsan, es una de las funciones del mando y el camino cierto a obtener metas de evolución institucional.
 
 
 
 
 

No hay comentarios: