Como docente e
investigadora le doy gran importancia a los libros, ellos
contienen un caudal de información, que dependiendo de nuestro
requerimiento investigativo, nos permiten descubrir otros pareceres,
métodos e ideas. Los libro encierran entre sus páginas, la memoria
de una civilización y en especial el de una época; un capítulo de
esto se encuentra en la Bibloteca Manuela Sáenz del componente
Ejército Bolivariano y a lo largo de su conformación le ha servido
de apoyo a las actividades de investigación, docencia y difusión de
la cultura que se llevan a cabo dentro de la institucion Ejército y
otros entes que por su particularidad requieren del Departamento de
Investigaciones Históricas y Semiológicas a la cual está adscrita.
El objeto de esta breve disertación, es el libro, que
según el DRAE (Diccionario de la Real Academia Española); es “la
obra científica, literaria o de cualquier otra índole con extensión
suficiente para formar volumen, que puede aparecer impresa o en otro
soporte”. Ellos enseñan aspectos que ignoramos, nunca pasan de
moda y son incondicionales; por lo que es válido decir, que mientras
más antigua sea la edición, ésta posee un valor especial para la
investigación que realizamos, en el caso del área histórica
militar.
La clave de mis
palabras es la valoración, no en vano se afirma que un “libro es un
tesoro”, cuando estamos en los primeros años de nuestra educación,
aprender a leer es fundamental. Interpretar cada palabra y oración
es indicativo de nuestro avance como individuos a lo largo de
nuestras conquistas intelectuales. En todo esto proceso el libro
será el amigo incondicional, estará con nosotros siempre que lo
cuidemos y apreciemos. Bien sea al presentar una tesis, ingresar a
un diplomado, taller de cualquier profesión, el libro siempre estará
ahí, “es el gato Cheshire, personaje del cuento de Lewis Carroll
“Alicia en el país de las Maravillas” (1865) que nos recomienda
“...siempre llegarás a alguna parte, si caminas lo
suficiente!...”, es decir, en la medida que leamos y reeleamos la
historia de nuestro país y en particular, la historia militar, el
camino será más productivo y creceremos como verdaderos
intelectuales revisando los errores del pasado para no cometerlos en
el futuro, mandato vital en estos tiempos de globalización.
El libro,
particularmente los del área histórica sin desdeñar los de otras
esferas del conocimiento son parte fundamental de nuestra
enseñanza-aprendizaje, sino cómo te gradúas o trabajas en la
investigación sin ellos. Aquel que haya estudiado y dice que no le
gusta leer o que considera importantes sólo los libros bonitos y
nuevos porque los viejos hay que esconderlos, no puede ser sino
alguien que se niega encontrarse con información vital; y sin duda
será un problema para el futuro de los libros; es un posible enemigo
de ellos; es capaz de borrar con el olvido y la indiferencia la
importancia social y socializadora que poseen. Un pueblo avanza por
la educación que adquiere y demuestra; y un elemento de ese
engranaje cultural de la sociedad está presente en los libros. Sin
ellos estaríamos en un constante comenzar; creeriamos que las ideas
son nuevas y no podriamos darnos cuenta que alguien ya pasó por ahí,
extrajo lo mejor del libro y la mejoró. Por eso, no importa qué
profesión tengas, intenta siempre leer, aprende a conservarlos,
procura crear una biblioteca personal para tu arsenal argumentativo y
así valorarás lo que es una a gran escala. El ser humano sin los
libros no es nada, si lo desechas cercenas un pensamiento, destruyes
una época. Cuídalos, conservalos; no lo juzges por su carátula,
juzgalos por su contenido; pero primero leelos y haz que otros lo
hagan también, es lo que nos hace más humanos y nos aleja de la
barbarie.
Lic. Sonia E. Verenzuela T.
Carroll, Lewis. Alicia en el país de las maravillas. Ediciones Colihue SRL, 1996
http://pasosperdidos.eresmas.net/Gatoliter/lewis_carroll.htm
http://www.elmundodelgato.com/noticia/708/Felicultura/El-Gato-de-Cheshire.html
rae.es/drae/?val=apología
imágenes:
http://www.monedasdevenezuela.net/articulos/el-escudo-de-venezuela-en-nuestras-monedas-capitania-general/