TEMA NUEVO 2014


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viernes, 30 de noviembre de 2018

Bolívar Jefe militar y la logística ¡Atrévete a saber! (1818).


Los factores más determinantes y que con dificultad enfrentaron los ejércitos en la guerra de la independencia fueron aquellas actividades denominadas logísticas, esencial  y básica como lo fue la alimentación. Esta actividad destinada a proveer de alimentos a unos pocos  durante cinco días, es algo simple, pero abastecer a un ejército integrado por cientos de hombres por semanas o meses con alimentos represento una tarea no solo complicada sino compleja, incluso súmele a esta tarea la de alimentar a las bestias. El Libertador no sólo oficiaba órdenes pertinentes a la administración de la alimentación sino impartía órdenes para el destino de los diversos suministros.
Para consideración  y  a manera de ilustración, consciente además de que los pensadores de la Ilustración sostenían que el conocimiento humano podía combatir la ignorancia, la superstición y la tiranía para construir un mundo mejor; a lo que yo agregaría que parte de ese conocimiento es también el conocimiento histórico de seguir leyendo y leyendo realidades históricas por lo cual dejo a la vista  y expongo documento fechado el 07 de diciembre de 1818; tomado de la entrañas de la Biblioteca Histórico-Militar Manuela Sáenz como grito de los tiempos.
Este documento no está del todo completo y  fue  firmado por  Bolívar como Jefe supremo de la Republica con órdenes precisas sobre el empleo de la Harina de trigo y otros suministros;  nótese la consideración de “Primera Necesidad” tanto del arroz como del maíz y el trigo que hace el Padre  de la Patria.  ¡Atrévete a saber! era la divisa de los iluministas, ¡Restéate y Lee! es la de nuestra manera alternativa de lectura.



jueves, 29 de noviembre de 2018

Operación Henry Pittier y ecología cultural (apuntes 1961).



El quehacer continuo del trabajo diario, desarrollado tanto en las bibliotecas como los archivos, permite toparse con curiosidades escritas que por su relevancia histórica admiten reseña; generalmente las decisiones en el área militar y sobretodo aquellas que involucran los Estados Mayores Conjuntos son concentradas en documentos llamados Directivas. Si consideramos lo anteriormente expuesto, cabria afirmar que la presente directiva que voy a comentarles fue hallada en los espacios convencionales antes mencionados lo cual no fue así, esta fue encontrada en los espacios de ventas por remate de los libreros ubicados debajo del puente de la Avenida Fuerzas Armadas  en Caracas, posiblemente de alguna biblioteca particular, de algún militar que al no tener preponderancia alguna para él, no pensó que habría que dejar vestigio de las decisiones que han orientado a las instituciones y a los hombres que la integran.

Las directivas para la “Operación Henry Pittier” fue publicada en caracas para 1961 como folleto, por el Ministerio de la Defensa (actual MPPD), su contenido está desarrollado en cuatro capítulos a saber, una Introducción, objetivos, misiones y disposiciones generales.  De la introducción queremos resaltar con fragmentos afirmaciones como:
“...los enemigos más temibles que confronta la nación venezolana son la erosión del suelo y la sequía, factores que han llegado a tal magnitud que se han  convertido en real amenaza de sufrimientos y miserias a la población. Conviene citar la frase que compatriotas angustiados han lanzado a manera de llamados de socorro, según la cual primero podría acabársenos el agua que el petróleo...” 
Continua afirmando con un argumento vivencial así: “....ninguno de nosotros puede dejar de recordar algún riachuelo o quebrada que corriera todo el año por los pueblos o campos que nos vieron crecer y que hoy o ya no existen o son apenas hilos de agua. Es la desolación o la ruina de la agricultura de la cría y de la vida de la nación".

Para darle fundamento a tales directivas  invoca el Ministro de la defensa Antonio Briceño Linares  recomendaciones tanto del personal militar, la Junta Interamericana y de la conferencia de los Ejércitos realizadas en Panamá   y decide fomentar y ampliar dentro de la Institución Armada una acción enérgica para combatir las causas y los efectos del problema de la erosión derivado de la extinción de la riqueza forestal.
El conjunto de todas esas decisiones escritas y acciones a realizar las denomina “OPERACIÓN PITTIER” en honor al geógrafo consagrado artífice de la fito-geografía en Venezuela  Henry Pittier.

Continúa el capítulo dos identificado con números romanos estableciendo objetivos perseguidos de INTENSIFICAR LA PARTICIPACIÓN DE LAS FUERZAS ARMADAS NACIONALES EN LA PROTECCIÓN DE LA FLORA NACIONAL.

Realizando actividades como:

A) Incrementar la ilustración del personal en relación al tema de la protección de los Recursos Naturales renovables.
B) Establecer y desarrollar un VIVERO FORESTAL CENTRAL y tantos viveros en el interior que permitan acantonamiento.
C) Ejecución de Planes de Reforestación Anual.
D)   Intensificar la actividad de prevención, control y extinción de incendios forestales.


De forma resumida las misiones contempladas en el capítulo tres con respecto al personal y  a las orientaciones a recibir se incluye clases y conferencias relacionada con el tema de los recursos naturales renovables y su conservación así como incluir tanto en las revistas como boletines publicaciones sobre el tema. Determina que el Vivero central estará ubicado en la Hacienda Bejarano (vía Cortada del Guayabo, antigua hacienda del General Juan Vicente Gómez y Propiedad Nacional).
Hace mención  de la creación  y establecimiento de viveros forestales con la capacidad de cultivar especies vegetales en cantidad suficiente para su propio suministro y en el de otros organismos  que participen en la “Operación de siembra anual”. Además del deber de cooperar con otros viveros en formación y suministrar especies vegetales a la ciudadanía y colaborar con ella en su cultivo. Con el paréntesis de comprobar efectivamente el destino dado a las especies donadas a fin de evitar que se comercie con ellas.
El final de este capítulo tres hace mención de los planes de reforestación anuales en la cual las comandancias generales dictaran instrucciones pertinentes sobre áreas a reforestar así como la preparación de una “orden de operaciones particular” considerando experiencias y resultados de años anteriores , utilizando flora natural correspondiente a la zona  y una vez que ocurra dicha siembra anual presentar informe contentivo con los siguientes datos: superficie del área sembrada, especies y número de unidades, personal utilizado, costo de operación y observaciones; con la salvedad de remitir el informe a la Comandancia General de la Fuerza que a su vez dará cuenta al Estado Mayor Conjunto del Ministerio de la Defensa .
En la página 11  hace mención de los esfuerzos a realizar por parte de las Fuerzas Armadas  de Cooperación y  Fuerza Aérea Venezolana  así como las de la Comandancias de la Marina y del Ejército, quienes acudirán en apoyo cuando las circunstancias de la misión requieran materia de control y extensión de incendios forestales con respecto a la misión expuesta.


El capítulo cuatro concerniente a las disposiciones generales  establece  que la coordinación y supervisión de la “OPERACIÓN PITTIER” estará a cargo de la Tercera División del Estado Mayor Conjunto así como lo no estipulado en esta directiva será objeto de Ordenes especiales y en el cumplimiento de esta directiva se evitara  incurrir en gastos extraordinarios y los gastos esencialmente necesarios lo cubrirán las Comandancias Generales de La Fuerza para lo cual deberán tomar las correspondientes previsiones presupuestarias.


Hasta aquí lo que corresponde a la descripción de las directivas para la Operación “Henry Pittier” fechada en octubre de 1961. No sin hacer mención que fue impresa en la Oficina Técnica del Ministerio de la Defensa. Con formato de bolsillo y de 13 hojas.

A consideración mi sugerencia de razones históricas y por el tema de patrimonio institucional ningún impreso concerniente a  la institución armada debe ser comercializado, ni reposar en bibliotecas particulares o personales si no en los órganos respectivos, además de sugerir como principios ecológicos de cultura militar Las seis R que nos enseñan a: Revalorizar nuestro patrimonio, reestructurar lo necesario, reducir la pérdida de lo aprendido, reutilizar lo asignado, reciclar sin dañar  y redistribuir repartiendo las nuevas directivas de forma diferente a como se ha hecho o estaba, con la advertencia digital de no comercializarlas salvo las excepciones pertinentes.   Esta entrada fue redactada para acercarnos a relacionarnos con los impresos militares y  a reflexionar sobre la ecología cultural institucional.  La realidad circundante también nos obliga a leer y a leer no solo en los libros.

miércoles, 7 de noviembre de 2018

La estatua de la Plaza Bolívar de Caracas y el 07 de noviembre.


Era sábado y “...siete de noviembre del año del señor, de 1874, en esta ciudad capital de Caracas, en su plaza principal… Declaro inaugurada las estatua que consagra en el eterno metal la gratitud de la nación...”, así relaciona lo sucedido el acta de inauguración de la estatua ecuestre del Libertador en la Plaza Bolívar. Documento con el cual nos permitimos construir de forma amena, un epítome y proyección positiva para este tiempo.

 Esta estatua ecuestre (con jinete, caballo) es de bronce (con una aleación de 90% de cobre) esculpido, colocada sobre pedestal de mármol, y con 3 y ½ metros de alto descansa sobre dos gradas hechas de  la roca ígnea endógena,  primitiva, llamada sienita de color negra generalmente producto del magmas que hay debajo de los volcanes y que  gracias al calor, la presión y la erosión de los tiempos la convierte resistente al fuego.
La imponente escultura nos muestra la grandeza histórica de Simón Bolívar, quien vestido con traje de batalla y montado sobre su caballo, saluda con sombrero bicornio.
Dicha  obra escultórica fue elaborada en Roma por Escipión Tadolini  hijo del famoso escultor Adamo Tadolini, dueño de la maqueta original.
Esta creación artística  se instaló como sello de una cápsula del tiempo que contiene documentos, monedas y periódicos  de la época, fotografía y libros de historia y geografía de Venezuela, el primer censo, constituciones y un plano, así como una copia del Acta de la Independencia del 05 de julio de 1811. La fundición Real de Munich contribuyo a la misión de reproducir esta pieza escultórica que al momento de su inauguración y con la presencia de los representantes de todas las naciones civilizadas de América, Europa y los veinte estados  de la Unión Venezolana, gremios y ministros, cuerpos diplomáticos y la Compañía de Crédito constituida en Junta de Fomento y en presencia del pueblo el General Antonio Guzmán Blanco concluyo su discurso asi: ““¡ Viva Venezuela! ¡Viva la causa de abril! “¡ Viva la paz de la República!.
Entre gritos y vítores se hizo repique de campanas y se efectuaron 21 cañonazos en tributo, al Padre de la Patria. Para el año 1959, mediante gaceta N° 25.894  del 21 de febrero fue declarada la Plaza Bolívar de Caracas Monumento Histórico Nacional.
 Mi parecer de venezolano y debido a la importancia que revisten  las  cápsulas del tiempo como contenedoras de trozos de historia, de nuestro ADN histórico y  de manera inherente a la humanidad, este monumento en particular ha de ser explícitamente reconocido como patrimonio de la humanidad para garantía de las generaciones futuras. Y de forma estratégica declarar este día 07 de noviembre de cada año Día de la Apreciación de la Escultura en Venezuela,  involucrando además los tiempos de la escultura digital.

César Ramos. 07, noviembre 2018
Bibliotecario.

Lectura recomendada:
Historia de la Estatua del Libertador en la Plaza Bolívar de Graciela Shael Martínez, 2da edición
 Ediciones Presidencia de la Republica,  colección Bicentenario Bolivariano, Serie En torno a Bolívar. Número 161. Con diagramación y Arte de la Portada de Soledad Mendoza.
http://venezuelaehistoria.blogspot.com/2015/11/la-estatua-ecuestre-del-libertador.html

Apuntes históricos:
La escritora y periodista,  autora de este libro Graciela Shael Martinez está considerada la iniciadora y propulsora infatigable del monumento en mármol blanco a cuerpo entero de Teresa de la Parra (la primera estatua que se erige a cuerpo entero a una escritora en el país), Ubicada en la entrada del parque los Caobos en Caracas, Venezuela.